Existen diferentes estrategias que puedes desarrollar en una negociación con el fin de sacar ventaja y, fundamentalmente, contar con mayores probabilidades de obtener lo que tanto anhelas.
Sin embargo, no todo vale (o sirve) para una negociación y hay determinadas cuestiones que debes sentir prohibidas ya que podrían resultar perjudiciales para todos los involucrados.
Concretamente, se trata de cuatro percepciones que debes dejar afuera para una negociación con el fin de evitar un problema personal y también grupal que tensione la negociación y retrase su culminación.
Percepción 1. La amenaza y el intento exagerado de sacar ventaja
Por un lado, no debes permanecer a la defensiva y buscando detalles negativos mínimos de la otra parte a fin de causar reclamos y enojos. Pero, por otro, tienes que prestar atención a los modos en que el otro se dirige hacia ti y sus respectivos fines.
En este caso, debes frenarlo lo más rápido posible y nunca responderle de la misma manera. Si realizas esto último no lograrás nada bueno y desvirtuarás notablemente el clima de la negociación.
Percepción 2. Intentar no ganar, sino que el otro pierda
Se trata de una cuestión cada vez más frecuente en diferentes tipos de negociaciones en las que el objetivo no es obtener algo a tu favor, sino ver cómo la otra persona sale perdiendo.
Esto último habla muy mal de ti y, si bien te hará sentirte feliz y hasta te funcionará en alguna ocasión, a la larga te traerá malos resultados.
Por ello debes pensar únicamente en ti y enfocarte en cómo lograr lo que crees merecido o necesario. Además, no siempre ganar implica que el otro pierda ya que cabe la posibilidad de alcanzar un acuerdo mutuo.
Percepción 3. Hacer todo rápido para sacarte el problema de encima
Una negociación requiere de paciencia y tranquilidad. Aunque quizás la otra persona te caiga mal o haya determinadas situaciones que causen tensión o incertidumbre, tienes que encarar todo adecuadamente para que la negociación siga su curso de manera correcta.
De hecho, la complejidad y el tiempo de duración de una negociación es, de algún modo, equivalente a las cuestiones que se tratan.
por ejemplo, si se negocia la adquisición de seis propiedades la duración será mayor que si se pretende un incremento del salario de un 5%.
Percepción 4. Cerrar acuerdos que resultan indeseados
Muchas veces sucede que no se alcanza el acuerdo deseado y, en consecuencia, se cierra uno que no satisface del todo. Aunque esto es muy frecuente, debes alargar la negociación lo máximo posible con el fin de satisfacerte tú y, si puedes, a la otra persona también.
Casi en paralelo a lo anterior, no sirve de nada sacarte el problema de encima y finalizar la negociación cuanto antes.