Algo muy frecuente en una negociación es que preguntes o realices un pedido y la respuesta inmediata de la otra persona sea “no” cuando tú deseabas exactamente todo lo contrario: un sí que te concediera lo solicitado.
De todos modos, no debes concebir el no como una respuesta definitiva y tener en cuenta al menos 5 tips para que se convierta en un sí con el transcurso de los minutos, las horas o los días.
Tip 1. Obtén una pista
“No” no siempre implica un no definitivo; de hecho, en muchos casos resulta un sinónimo de “no estoy seguro”, “la verdad no lo sé” o “tendría que pensarlo” entre otros. Por eso, el primer paso cuando escuchas un no es determinar cuán probable es que dicha respuesta se modifique.
Cabe destacar que los dueños de negocios o vendedores de productos o servicios suelen decir un no inmediato cuando les pides una rebaja del precio final o una oferta que parece insatisfactoria.
Tip 2. No eres tú, soy yo
Cuando escuchas un “no” seguido de otro puede ser una señal de que estás preguntando o haciendo algo mal; por ejemplo, tu modo de dirigirte a la otra persona es inadecuado, no eres específico o tu oferta no resulta atractiva.
Ante este inconveniente, tienes dos opciones: por un lado, consultarle a un colega que te conoce muy bien o directamente al a persona que te rechazó. Es el mejor modo para realizarte una autocrítica profunda y, luego, cambiar.
Tip 3. Lidie con las objeciones
Tanto en una venta como en una negociación de índole general hay al menos cinco obstáculos: no necesidad, no dinero, no risa, no deseo y no confianza.
A partir de estos debes autograbarte y realizar un análisis respecto a cómo los encaras y si te muestras capaz de convencer a otra persona para que cambie su opinión y te diga “sí”.
