Es claro que la cabeza maneja todo en una persona, sobre todo en un contexto de negociación en el que determina cómo pensarás, cómo te desempeñarás, qué dirás y cómo reaccionarás, entre otras.
Por esta razón, hay al menos 5 tácticas psicológicas que te permitirán mantener y alcanzar buenas negociaciones y salir favorecido de las mismas, incluso si no obtienes todo lo anhelado.
Táctica 1: Crea empatía
Busca siempre que la negociación sea lo menos tensa posible, que tanto tú como la otra parte comprendan que ambos se encuentran en el mismo contexto y con intereses similares.
Esto ayudará de manera notable a que la negociación resulte menos estresante, que se lleve adelante en un lapso de tiempo menor y que redunde en un final mejor, entre otras.
De hecho, si ves que la otra persona no intenta crear empatía, no lo copies e intenta tú lograrla dado que será un beneficio para ambos.
Táctica 2: Busca socios, no clientes
Aunque en reiteradas ocasiones sean vistos como algo similar, un socio y un cliente son completamente diferentes en la práctica; los primeros se encuentran a tu altura, se involucran en las mismas cuestiones que tú y te ayudan en lo negativo y en todo lo que sea necesario para negociar o para continuar con el normal desempeño.
Por su parte, el segundo no se superpondrá en tus tareas, pero tampoco podrá hacer nada en caso de pérdidas o fracasos, por lo que, si sucede esto último, dejará de abonarte por tus productos o servicios.
Por todo esto debes buscar más socios que clientes.
Táctica 3: Escucha antes de hablar
Por más seguro que te sientas de lo que vas a decir, no te apresures en hacerlo y, si puedes, escucha primero a la otra parte.
Recuerda también otorgarle a la otra persona el mismo tiempo para hablar que pretendes designarte a ti. De esta manera, la negociación se desarrollará en igualdad de condiciones y ambos podrán entenderse mejor y sin inconvenientes.
Táctica 4. Separa los hechos de las ideas
No siempre lo que se dice se termina haciendo. Por ello debes tener muy claro los hechos y las ideas y dividirlas para no superponerlas o confundir una cosa con otra.
Esto lo debes hacer tanto contigo como con la otra parte, además de hacer todo lo posible para que las ideas positivas se conviertan en realidad (hechos) y, en consecuencia, salir beneficiado.
Táctica 5. Sé sincero y realista
Una de las cualidades que más presentes debes tener contigo y aplicar es la sinceridad y el realismo. Por más que quieras ocultar algo malo, siempre es mejor reconocerlo, asumirlo y trabajar para revertirlo y que no vuelva a suceder.
Además, si no eres sincero y realista la otra parte lo evidenciará rápidamente y empeorará el vínculo contigo, algo que, en definitiva, no le sirve a ninguno. Por más mala que sea, a la realidad hay que asumirla.